La Santa Muerte es una figura venerada en la cultura mexicana, especialmente asociada con la devoción popular y la espiritualidad alternativa. Generalmente representada como una figura esquelética, similar a la Parca europea, su imagen refleja la naturaleza inevitable de la muerte, pero también simboliza protección, justicia y el fin de los sufrimientos.
Cuando se viste de colores claros, como el blanco o beis, adquiere un significado especial. El manto blanco de la Santa Muerte representa la pureza, la paz, la limpieza espiritual y la protección. Se cree que esta versión de la Santa Muerte ofrece ayuda en asuntos de justicia, claridad de pensamiento, y resolución pacífica de conflictos. Su figura suele portar una guadaña en una mano, símbolo del fin de la vida, y un globo terráqueo o una balanza en la otra, representando su dominio sobre el destino de los seres humanos y el equilibrio en las decisiones.
La vestimenta clara la distingue de otras versiones en colores más oscuros o vivos, que se asocian a otros aspectos como el amor, el poder, o la prosperidad. En este caso, la Santa Muerte vestida de blanco es invocada por quienes buscan protección, purificación o claridad en momentos de incertidumbre, con una intención más pacífica o espiritual.
Esta imagen es a menudo venerada en altares adornados con velas, flores, y ofrendas, como un símbolo de respeto y petición para quienes la siguen.